Llegar hasta Brujas desde Bruselas es sencillo, tanto si vais en coche como si vais en tren. La mejor opción para realizar el recorrido por Brujas en un día es partir desde la estación de trenes, pues para los que llevéis coche cuenta con un parking donde podéis dejarlo durante todo el día por un precio bastante competitivo y mucho más económico que el que encontraréis en los aparcamientos del centro de la ciudad.

Minnewater Park de Brujas.
Parque Minnewater y begijnhof
Una vez hayáis salido de la estación de tren, seguid de frente hasta cruzar la Buiten Begijnenvest. Tendréis que torcer hacia Oostmeers y girar a la derecha siguiendo las indicaciones hasta el Minnewater, que se encuentra a unos 5 minutos a pie. Cuando lleguéis al parque, no olvidéis echar un vistazo a su famoso Lago del Amor.

Begijnhof de Brujas.
Justo al lado del parque encontraréis el begijnhof, un antiguo beaterío donde se congregaban las viudas y huérfanas de los cruzados, consagradas al bordado y al cuidado de los enfermos. Si os apetece, también podéis entrar en su museo.

Callejuela en el casco histórico de Brujas.
Museo Memling, Iglesia de Nuestra Señora y Museo Groeninge
Al salir del begijnhof cruzaréis uno de los puentes más bonitos de Brujas, desde el que podréis hacer buenas fotos. Seguid caminando recto hacia la Mariastraat y el Museo Memling, ubicado en el antiguo hospital de Sint-Jan. Aquí no os perdáis el Relicario de Santa Úrsula y la antigua botica.

Tríptico de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, en el Museo Memling de Brujas.
Una vez visitado el museo, a apenas un minuto os toparéis con la Iglesia de Nuestra Señora, que está casi al lado, en la misma calle. Su campanario es la construcción más alta de Brujas y una de las mayores del mundo; no os perdáis la Madonna de Miguel Ángel que se guarda en su interior.

Casa junto al Minnewater Park.

Uno de los muchos canales de Brujas.
Una vez vista la iglesia, tenemos dos opciones: si os gusta la pintura, podéis dirigiros al Museo Groeninge, a dos minutos a pie, por la Gruuthusestraat (lo veréis indicado). Una visita rápida puede llevaros algo menos de una hora y realmente merece la pena ver al menos sus principales obras.
Markt, Burg y Plaza Jan Van Eyck
Si os apetece más seguir callejeando (pues también podéis ver el museo a la vuelta a la estación), continuad subiendo desde la Iglesia de Nuestra Señora por Mariastraat hasta llegar a la plaza de Markt, que está a unos 7 minutos. No tiene pérdida, pues aparte de estar indicada encontraréis mucha gente dirigiéndose hacia allí.

Plaza Markt de Brujas.
En Markt reconoceréis la postal más famosa de Brujas; si os ha entrado hambre, podéis comprar unas patatas fritas (¡las que llevan salsa andalouse están muy ricas!) en alguno de los dos puestos que se encuentran justo enfrente del Belfort, antes de poneros a la cola para subir al mismo.

Belfort de Brujas.
Cuando hayáis visto Brujas desde las alturas (y suponemos que un poco cansados por los trescientos y pico escalones de subida al Belfort…) podéis cruzar Markt para llegar, por la Breidelstraat, hasta Burg, la otra gran plaza de la ciudad. Allí no os perdáis la Basílica de la Santa Sangre, el Stadhuis (con su impactante Salón Gótico) y el Brugse Vrije, con su Salón Renacentista. Justo por debajo del arco situado al lado de este último llegaremos hasta el Rozenhoedkaai o Muelle del Rosario, donde las vistas seguro que os sonarán, pues es otra de las estampas habituales de Brujas. Si lográis haceros un hueco entre turista y turista podréis sacar muy buenas fotografías desde allí.

Paseo en barco por los canales de Brujas.
Para concluir el día podéis volver hacia Burg y cruzarla justo en dirección contraria; en apenas unos minutos desembocaréis en la plaza Jan Van Eyck, donde podréis admirar la Logia de los Burgueses y la antigua aduana (Tolhuis).