Bruselas en un día

Bruselas es una ciudad relativamente pequeña, y las principales atracciones turísticas se concentran unas cerca de otras, por lo que, al contrario de lo que sucede con otras muchas capitales europeas, sí es posible ver, más o menos bien, Bruselas en un día.

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Bruselas es un destino al que a menudo se viaja durante un fin de semana o tres días, y como la mayoría de los viajeros reserva un día o dos de esa escapada para conocer Brujas y Gante, os proponemos un itinerario para visitar lo mejor de Bruselas en apenas 24 horas.

¡Comenzamos!

Mañana – Grand Place e Illôt Sacré

  • Mont des Arts
  • Grand Place
  • Museo de la Ciudad de Bruselas
  • Manneken Pis
  • Galerías Saint Hubert
  • Jeanneke Pis

Comenzamos el día en el mirador del Mont des Arts (metro Gare Central), desde donde podremos hacernos una buena idea de lo que vamos a ver durante el resto de la jornada gracias a sus vistas panorámicas. Vamos a seguir bajando hasta la Grand Place (8 minutos); allí podréis echar un vistazo a la Oficina de Turismo para conseguir un mapa y algunos folletos con información de interés.

Grand Place de Bruselas

Grand Place de Bruselas.

En la Grand Place os recomendamos entrar al Museo de la Ciudad de Bruselas, sobre todo por ver la variopinta colección de trajes del Manneken Pis que se encuentra expuesta en el piso superior (si os gusta enviar postales y queréis unas que no sean las típicas de Bruselas, en la tienda del museo podéis comprar algunas bastante divertidas, con el Manneken disfrazado de todos los estilos).

Manneken Pis de Bruselas

Manneken Pis de Bruselas.

Una vez hayáis disfrutado de la belleza de la Grand Place, continuad callejeando para conocer al famoso Manneken Pis, que se encuentra a apenas 5 minutos, en la Rue de l’Etuve (lo veréis indicado). Sí, lo sabemos, ¡es muy pequeño! A todos nos sorprende su tamaño cuando lo vemos por primera vez. Si tenéis suerte, incluso lo veréis disfrazado.

Gofres en Le Funambule

Gofres en Le Funambule.

Como a estas alturas de la mañana os habrá entrado hambre, podéis comprar un gofre justo al lado, en cualquiera de las numerosas pastelerías que los venden (aunque a nosotros la que más nos gusta es Le Funambule). Si queréis comerlo como auténticos bruselenses, pedidlo solo con azúcar. Ahora que ya hemos repuesto fuerzas podemos volver andando hasta las Galerías Saint Hubert, que antes dejamos por el camino. Se puede acceder por la Rue du Marché aux Herbes y recorrerlas en una media hora si no os detenéis demasiado (todo un reto teniendo en cuenta la cantidad de bombonerías que hay dentro).

Mokafe, en las Galerías Saint-Hubert

Mokafe, en las Galerías Saint-Hubert.

Cuando salgamos de las galerías vamos a conocer a la hermana del Manneken, la Jeanneke Pis, escondida en el callejón Impasse de la Fidélité (a menos de 5 minutos). Justo enfrente tenéis la mítica cervería Delirium, donde podéis probar alguna de las cientos de variedades de cerveza que tienen.

Eso sí, cuidado con los restaurantes de esta zona porque son los más turísticos y de peor calidad de Bruselas con diferencia. Si queréis comer, os recomendamos alejaros un poco de allí.

Tarde – Barrio de Sablon y Palacio de Justicia

  • Catedral de San Miguel y Santa Gúdula
  • Museos –opcional–
  • Place du Petit Sablon
  • Iglesia Notre Dame du Sablon
  • Palacio de Justicia

Continuaremos caminando hasta la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula (5 minutos desde À la Mort Subite), donde la entrada es gratuita.

Edificio Old England

Edificio Old England, donde se ubica el Museo de los Instrumentos Musicales.

Vista la catedral, seguid a pie por la Rue Royale hasta llegar a Coudenberg. Aquí pasaréis por varios museos importantes de Bruselas: el Museo de Instrumentos Musicales, el Museo Magritte, el BELvue o los Museos Reales de Bellas Artes.

La Place du Petit Sablon

La Place du Petit Sablon.

Seguid por Rue de la Régence hasta encontrar la Place du Petit Sablon, donde podéis dar una vuelta y descansar en sus jardines. Justo enfrente tenéis la iglesia de Notre Dame du Sablon, que os aconsejamos que entréis a ver.

Una vez fuera, continuad subiendo por Rue de la Régence hasta llegar al Palacio de Justicia, cuya silueta veréis al fondo; no tiene pérdida. Si está abierto (podéis consultar los horarios aquí), acceded para ver el inmenso vestíbulo de inspiración clásica y las estancias interiores.

Para terminar el día, podéis sentaros en la placita Poelaert que se encuentra justo frente al Palacio y ver caer la tarde; si está despejado, podréis contemplar el Atomium a lo lejos; para cenar, podéis bajar en ascensor al animado barrio de Les Marolles. También podéis volver a acercaros a la Grand Place para verla iluminada o al barrio de St. Gery (metro Bourse/20 minutos a pie), que tiene mucho ambiente y buenos locales para comer.