Puede que el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas no sea una de sus visitas más turísticas, pero desde luego para nosotros (si se viaja a la ciudad con tiempo suficiente), es un buen museo donde pasar una mañana. Sobre todo si vais con niños, os recomendamos que no os lo perdáis, pues seguro que unos y otros pasaréis un gran rato.

Entrada al Museo de Ciencias Naturales.
El museo cuenta con una gran colección de insectos, fósiles, animales disecados y varias especies de dinosaurios, aunque la estrella de su colección son, sin duda, los treinta esqueletos de iguanodones que fueron hallados en la zona minera de Bernissart a finales del XIX. ¡Son realmente impresionantes!
La colección se divide en varias galerías. Las principales son:
- La Galería de los Dinosaurios, donde además de los iguanodones podremos ver esqueletos de triceratops, tyrannosaurus rex o diplodocus, acompañados por varios reptiles más pequeños cuyos fósiles están muy bien conservados.

Esqueleto de Tyrannosaurus rex en el Museo de Ciencias Naturales.
- La Galería de la Evolución, donde se analiza la historia de los diferentes seres vivos y su adaptación a diferentes ecosistemas. Contiene más de 400 especies disecadas, y es especialmente interesante conocer las de animales ya extinguidos.

La Galería de la Evolución.
- El Vivarium, donde se encuentra una gran colección de insectos y arácnidos vivos (no apta para los más sensibles).
- Tampoco os perdáis la sala donde se exponen varios ejemplares de cetáceos, incluyendo el mayor mamífero que existe, la ballena azul.

Hall del Museo de Ciencias Naturales de Bruselas.
El museo cuenta también con una cafetería propia, el Dino Café, así como taquillas para guardar los bolsos y mochilas. La visita completa puede alargarse durante más de un par de horas, por lo que si queréis ver todo el museo, mejor que vayáis en cuanto abran.