El Palacio de Justicia de Bruselas fue, durante algún tiempo, el edificio del XIX más grande del Europa.
Entrada al Palacio de Justicia de Bruselas.
Hoy en día, es superado por otros muchos pero sin embargo sigue resultando igual de imponente. Su construcción, que se extendió 17 años, corrió a cargo del arquitecto Joseph Poelaert y aúna elementos neoclásicos y neobarrocos entre sus enormes paredes de piedra (también algunos masónicos, pues al parecer Poelaert pertenecía a una logia).
El Palacio de Justicia de Bruselas, eternamente en obras…
Un edificio polémico
Su construcción no estuvo exenta de polémica, pues costó el derribo de miles de viviendas del barrio obrero de Marolles, cuyos habitantes fueron desahuciados. Por añadidura, su presupuesto inicial se disparó año tras año debido a las modificaciones que Poelaert llevaba a cabo continuamente sobre los planos originales.
Escultura en la entrada al Palacio de Justicia de Bruselas.
Ya solo su vestíbulo impresiona: más de 100 metros de altura, un pórtico con columnas de proporciones titánicas y grandes esculturas de Cicerón, Demósteners, Ulpiano y Solón flanqueando el acceso a la sede del Poder Judicial belga.
El interior
Al tratarse de un edificio público podemos acceder gratuitamente algunas de sus estancias (si os adentráis por la planta baja, incluso podréis asomaros furtivamente a alguna de las salas donde se celebran los juicios). En el centro del edificio encontraremos, asimismo, la Sala Pas-Perdus o Sala de los Pasos Perdidos, presidida por la gran cúpula y donde es frecuente ver a abogados y clientes preparando sus juicios en las mesas de los laterales. También se puede subir hasta el segundo piso y recorrer sus galerías.
Interior del Palacio de Justicia.
La Plaza Poelaert, frente al Palacio de Justicia.
Si pasáis por la zona de noche, parad a contemplar el Palacio de Justicia iluminado. Es una estampa realmente cautivadora.
