Erigida sobre una capilla medieval dedicada al gremio de los arqueros, la Église Notre-Dame du Sablon, una de las más bonitas de Bruselas, tuvo que ampliarse unos años después para albergar a los peregrinos que visitaban a la Virgen robada, atraídos por su supuesta capacidad para curar enfermedades.

Interior de la Iglesia de Notre-Dame du Sablon.
La barca situada tras el púlpito evoca una antigua leyenda según la cual una pareja belga, que había tenido una revelación divina, «sustrajo» la escultura de la Virgen de una iglesia de Amberes para traerla a la Iglesia de Notre-Dame du Sablon.

La barca en la que según la leyenda, la Virgen llegó hasta la iglesia.
Su construcción concluyó en el siglo XV y es de estilo gótico tardío, con influencias brabantinas: en su fachada destacan, sobre todo, sus preciosas vidrieras de más de 15 metros de altura y que confieren a su interior una atmósfera especial, así como los pináculos propios del Gótico.

Vidrieras de la Iglesia de Notre-Dame du Sablon.
En su interior, dividido en cinco naves, sobresalen el púlpito tallado en madera, las dos capillas barrocas (donde se ubican las tumbas de algunos personajes célebres, hechas de mármol blanco), varios trípticos flamencos y la famosa estatua de San Huberto, robada de la iglesia y devuelta a su emplazamiento en el siglo XIV.

Interior de la Iglesia de Notre-Dame du Sablon.

Portada de la Iglesia de Notre-Dame du Sablon.