Algo menos conocida y mucho más joven que el Manneken Pis, la Jeanneke Pis también tiene su rinconcito en un callejón de Bruselas.
La Jeanneke Pis.
Su historia
Creada en 1987, se acuclilla sin ningún pudor tras las rejas que la protegen. Su tamaño es aproximadamente el mismo que el de su colega masculino, aunque ella es de piedra caliza… y lleva coletas.
Las rejas que protegen a la Jeanneke Pis (¿será para evitar que acabe vandalizada como su compañero masculino?).
Se cuenta que Denis-Adrien Debourie, dueño de un restaurante del barrio, quiso homenajear a sus vecinos ofreciéndoles algún regalo relacionado con el folclore belga y esta fue su ocurrencia.
¿Buscando a la Jeanneke Pis?
Como no es fácil encontrarla, ahí van unas indicaciones para llegar desde la Grand Place, ya que se sitúa más o menos a la misma distancia de esta que el Manneken, pero en dirección opuesta: salid de la plaza por la calle del lado izquierdo del Museo de la Ciudad de Bruselas.
Esta es la calle donde se encuentra la Jeanneke Pis.
Seguid caminando recto hasta que encontréis la Rue des Bouchers y cuando lleguéis a ella, cruzad la calle y en un callejón sin salida a la derecha, el Impasse de la Fidélité, encontraréis a la Jeanneke Pis.
Un buen fin
Además de divertir a los turistas, la Jeanneke también tiene un propósito filantrópico: todo el dinero que se arroja a la fuente se destina a financiar la investigación contra el cáncer (y constituye una buena excusa para acercarse a probar alguna de las miles de cervezas del mítico Delirium Café, que está justo enfrente).