El Museo Horta (Musée Horta) se ubica en la antigua residencia del arquitecto, cuyas obras brindaron a Bruselas el calificativo de ciudad del art nouveau.
La casa fue construida durante los años 1898 y 1901 y constituye una ventana directa al trabajo de Horta: aunque el exterior es austero, en el interior Horta dio rienda suelta a su imaginación y llenó la vivienda de pequeños rincones y detalles que encarnan a la perfección todos los conceptos básicos del art nouveau.

Entrada al Museo Horta.
Fotografía: Andrea Ciambra
La casa está compuesta por dos partes diferenciadas, la casa-taller y la casa-vivienda, cada una en un edificio pero comunicados entre sí. La fachada está recubierta en piedra pero incluye varios elementos estilísticos de este movimiento, como los balcones metálicos (buscad, en la habitación de invitados, una barandilla con forma de libélula).
Respecto al interior, destaca especialmente la escalera central de la casa, donde los pasamanos se llenan de florituras, culminando en un gran lucernario de colores como cubierta, que llena de luz todas las estancias de la casa. Además, la escalera ejerce de columna vertebral para el resto de la casa, distribuyéndose a partir de ella las diferentes estancias de forma abierta, dando una engañosa sensación de amplitud. Recorriendo la casa podremos ver otros elementos característicos del estilo de Horta, como los azulejos esmaltados del comedor o el jardín de invierno de la habitación de Simone, hija del arquitecto. El toque personal de Horta queda claramente patente en pequeños detalles como los pomos de las puertas o los espejos.

Fachada del Museo Horta.
Fotografía: Andrea Ciambra
Realmente, una de las cosas que más sorprende de la casa-museo de Víctor Horta es la iluminación, pues al contrario que en otras vivienda de la época, en esta la luz destaca por su claridad y calidez; esto se debe al uso de iluminación eléctrica en lugar de por gas, mucho más «sucia». La otra, la perfecta integración entre el diseño arquitectónico de la casa y sus elementos decorativos.
Aunque el Museo de Víctor Horta se encuentra en un barrio residencial de Bruselas, algo lejos del centro, si disponéis de tiempo suficiente en vuestro viaje os recomendamos acercaros, sobre todo si ya os han llamado la atención otros edificios de Horta, como el del Museo de Instrumentos Musicales o el del Museo del Cómic, pues la casa no os defraudará y la zona es muy agradable para dar un paseo después.